jueves, 6 de noviembre de 2014

Síntomas de ELA


Los primeros síntomas de esta enfermedad incluyen:
  • Contracciones 
  • Calambres 
  • Rigidez y debilidad muscular en brazos o piernas 
  • Habla nasal 
  • Torpeza para masticar o tragar. 
Sin embargo, en el comienzo de la ELA, estas manifestaciones son comúnmente tan sutiles que pueden impedir al médico diagnosticar dicha enfermedad de forma precoz.

En sus inicios, los síntomas varían de una persona a otra: pueden afectar primero a los miembros inferiores dificultando la marcha, aunque también pueden ejercer sobre las extremidades superiores afectando la motilidad fina o entorpeciendo la función del habla.

No obstante, a medida que la enfermedad avanza, la atrofia se extiende a las demás partes del cuerpo indiscriminadamente generando cada vez más obstáculos y una sintomatología más clara:

  • Disfagia: problemas para tragar el alimento 
  • Disartria: dificultad a la hora de formar palabras en la comunicación 
  • Espasticidad: trastorno motor que se caracteriza por la rigidez muscular 
  • Hiperreflexia: alteración exagerada de los reflejos 
  • Fasciculación: pequeñas e involuntarias contracciones musculares. 
En etapas posteriores, los pacientes diagnosticados con ELA comienzan a sufrir dificultad para respirar y, eventualmente, pierden esta capacidad completamente por lo que requieren la implantación de un respirador.



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