jueves, 27 de noviembre de 2014

Sexualidad con ELA

   La sexualidad es un tema tabú, complicado de hablar en nuestro entorno habitual y aún más en una consulta médica. Por ello, resulta muy complicado tanto para los pacientes preguntar sobre el sexo como para los médicos responder e informar adecuadamente.
   La sexualidad no es solo el acto sexual de placer si no también un importante medio de comunicación, y un campo importante a tener en cuenta a la hora de enfrentarse a una enfermedad.


   En este caso, la ELA, es una enfermedad que afecta y tiene un gran impacto sobre la vida sexual, por varios motivos.
 Una de las razones fundamentales es la debilidad muscular, que provoca un acrecentamiento de la fatiga y una larga lista síntomas físicos (dolor, fatiga, calambres, falta de movilidad…) que dificultan las habilidades posturales o posiciones confortables. También los cambios en la apariencia física afectan su auto-concepto y autoestima incitando sentimientos de desagrado hacia sí mismo y hacia la pareja.
   En consecuencia, la mayoría de los pacientes pierden interés por el sexo, sienten falta de excitabilidad, además de mantener una menor comunicación en asuntos íntimos con su pareja.


   Varios estudios sugieren que la enfermedad no produce trastornos o conflictos maritales pero que puede revivir o agravar problemas conyugales ya existentes.

   Para evitar estos problemas existen una serie de soluciones y sugerencias. Una de ellas es informarse acerca de los efectos que tienen los tratamientos sobre la sexualidad. También explorar y conocer la forma que afecta la enfermedad a los hábitos, conductas y necesidades sexuales. E indagar y examinar los múltiples recursos existentes para canalizar la sexualidad afectada.

   Sin embargo, la solución más rápida y efectiva es dotar a los profesionales de salud una formación sobre el sexo y como hacer frente a este asunto. Si los profesionales son capaces de manejar adecuadamente estos temas, podrán desarrollar una fuerte relación con sus pacientes, donde puedan hablar abiertamente sobre este problema y lograr llegar en conjunto a diversas soluciones, mejorando así la calidad de vida de los pacientes.
   El doctor Alberto García-Redondo expresa: “Los profesionales de salud que trabajamos con la ELA, debemos permitir a los pacientes hablar sobre sexualidad, estos problemas deberían formar parte de la atención clínica que reciben”

   En enfermedades como la ELA existen varios estudios a cerca de la calidad de vida de los afectados por esta enfermedad pero en casi ninguno se centran en la sexualidad como un factor básico para la calidad de vida. Hay un único estudio, de la Dra Ana Jurado, en el cual tiene en cuenta y compara el interés, actividad y disfunciones sexuales de las parejas antes y después de la enfermedad. Los datos obtenidos fueron los siguientes:


    Es obvio que existen limitaciones a la hora de hacer el amor, pero los enfermos de ELA no deben decir no a la sexualidad si no explorar diferentes formas de vivirla y experimentarla.








   Para obtener más información acerca de la sexualidad en la ELA puede consultar la Asociación Valenciana de Esclerosis Lateral Amiotrófica.

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